Desde la edad de 4 años que me apasiona el cine. Recuerdos de mi familia viendo Toy Story conmigo una y otra vez, de mi padre llevándome al Blockbuster local, y de mi madre llevándome a ver Godzilla al cine por primera vez, inundan mi memoria y mi corazón.

El cine es, por muy cliché que suene, el lugar donde nada es imposible, donde los sueños se hacen realidad. ¿Y qué mejor sueño que el de explorar las estrellas? La Guerra de las Galaxias es algo que forma parte de mi vida de la misma forma que mi trabajo, mi familia. De la misma forma que aprendí las vocales, los números, las figuras geométricas aprendí que Darth Vader era el padre de Luke (Spoiler alert). No conozco una vida sin Star Wars y planeo que así siga.

Y cuando eres un niño nerd fanático de Star Wars, uno tiende a sentirse fuera del grupo de populares. Y miramos hacia las grandes figuras en las que nos sentimos representados. Como Peter Parker, el nerd que guarda el secreto de ser tu amigable vecino el Hombre Araña. Que lucha junto a Iron Man, Capitán América, Superman, Batman y la Mujer Maravilla. Sí, mezclé Marvel y DC, gran cosa.

En resumen, si estás aquí leyendo esto, ten por seguro que siempre estaré hablando del cine, de Star Wars y de superhéroes. Y cuando llegue el momento de unirme a la Fuerza podré mirar hacia atrás, mirar toda mi vida y darme cuenta de que sí, la disfruté.

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Rod Betancourt.